En el monte ví una oruga, con cara de crisis,
durmiendo en su capullo y despierta buscando matices.
“¡Ya no más lechugas, que poco contenta!
Quiero ser mariposa, ¡pucha que es lenta!”
Calma oruga, calma.
Con frío en la tierra, tu sueño reposa,
pero cuando asoma el calor y te sientes preciosa,
De ahí naces en danza, con alitas de oro.