Cueca sin olvido. Poema de Augusto Villablanca
Quiero bailar contigo
esta cueca sin olvido,
hacerte creer que soy tu hijo
hermano, esposo,
padre, tío, nieto o amigo,
para intentar calmar
o al menos apaciguar,
ese tan inmenso dolor
que llevas muy profundo
como una espina en el corazón.
Déjame soñar contigo
que vas tomada de la mano
con ese gran amor perdido,
y juntos caminan por las calles
recordando viejos tiempos
que nunca se han vivido,
que en un bar destruido
una amarga copa de vino
donde se ahoga el recuerdo
junto a los viejos amigos.
Baila con tu silla sola
como si ésta se convirtiera
en una última gota
de las tantas derramadas
que por ti arrojó la ola,
en este mar de lamentos
de un entierro sin cuerpo,
de esa tu alma que llora
por un esposo, hijo o amigo
que nunca te abandona.
Y ese muchacho que moja
tus suaves mejillas rosas
tristes pero siempre hermosas,
suaves, tiernas y cariñosas,
o de ese hermano que esconde
su inmensa sonrisa en la prosa
de las grandes penas amarradas
del corazón que no congoja,
y de ese amor reprimido
por aquel que nunca se ha ido.
Voy a luchar a tu lado
y en un futuro no muy lejano
sentiré que llegaste
junto a tu hijo adorado,
pensaré que ya no estás sola,
porque ya lo has abrazado
y esa amargura en tu boca
se vuelva miel y ternura
de esa eterna tristeza
por quien tanto has esperado.
Poema de Augusto Villablanca
Ciudad: Horcón, Valparaíso. Chile