Sabías a vino. Poema de Viviana Álvarez

Te besé
y tus labios sabían a vino.
Te besé,
y el mundo se volvió un susurro,
una grieta en el tiempo
donde solo tú y yo existíamos.

¿Y si nunca existimos realmente?
¿Y si tú solo existes para mí,
y yo soy apenas el labio
rozando el borde de tu presencia?

Te besé,
y supe a vino.

En mi cabeza,
una voz murmuró:
no me invitaste a una copa,
no llamaste a mi puerta,
ni siquiera me gusta el vino.

Pero te habría acompañado.
No importaba la hora,
ni el silencio.

Te habría escuchado.
Si no querías oírme,
yo habría escuchado por los dos.

Porque quiero estar a tu lado.

Y sé que suena loco.
O tal vez para ti,
es solo un pensamiento bello,
fugaz.

Pero para mí,
fue una idea audaz,
un salto sin red,
una estación sin nombre.

Y tú,
esperando tu tren.

Y yo,
quedándome en el olvido.

Pero no te olvidaré.
Porque tus labios,
sabían a vino.

Poema de Viviana Álvarez

Ciudad: Tegucigalpa, Honduras