Fueron notas furtivas de piano,
Fueron y se hicieron saber en la habitación
Y las horas se extendieron y eran todas filosos fragmentos de la noche.
Quise beber vino y sorber la humedad del viento,
Como tantas otras noches de vino y viento,
Pero la oscuridad vació la habitación
La tornó ligera y la dejó pequeña y breve,
Consumiendo todo a su paso.
Qué capricho hubiera sido el vino
Y qué vicio el del viento entre los dedos
—Como notas furtivas de piano—
Por suerte la lluvia se ocupaba en la ventana
Y en la habitación los vestigios de un silencio,
Que nunca volvió a ser el mismo,
Cuando el saxo habló, ya sin callarse
Y su voz fue un humo suave en la garganta.
Poema de Pablo Salas
Ciudad: Osorno, Chile