Yo que vos
soy un pozo que se mueve
 
un atajo de tarde a la altura del pecho
desorientado
con su puesta en eco de la noche
 
donde malversan los fondos, alunados
caídos en la tentación
en los rumores de piedra, circundantes
 
solo un pozo que se mueve
que va de tuyo en carne propia, ahondando
sus uñas de trampa
 
de arrojo de sombra un día de estos
tan vacío
yo que vos, yo que nada.
 
 
Poema de Sebastián Defranchesco
Ciudad: Buenos Aires, Argentina