Columna de opinión: Circo Frutillar: 10 años de magia e historia
Por: Josefina Hevia, Jefa de Programa Circo Frutillar de Fundación Mustakis
Hace 10 años, comenzamos con el sueño de ser un aporte a la infancia en la ciudad de Frutillar. Con el objetivo de complementar las iniciativas culturales existentes en la zona, en 2014 Fundación Mustakis, con el apoyo de la Municipalidad de Frutillar, implementó por primera vez un programa de Circo que, desde entonces, ha buscado contribuir a la formación integral de niñas, niños y jóvenes, así como fomentar la integración social y fortalecer la identidad cultural local.
Hoy, en el mes en que celebramos el Día Nacional del Circo el próximo 7 de septiembre, y a 10 años de la implementación de Circo Frutillar, podemos celebrar la consolidación de un programa formativo extracurricular sólido, acogedor y profundo, que la comunidad frutillarina reconoce y valora como propio. Paralelamente, este proyecto ha sido un catalizador para la creación de otros colectivos circenses y artísticos, ampliando y enriqueciendo las oportunidades de desarrollo para las niñas, niños y jóvenes del querido sur de nuestro país.
A través de la riqueza y diversidad de las artes circenses, hemos apoyado la formación de más de mil participantes y sus familias, ofreciendo un programa de desarrollo que proporciona herramientas físicas, artísticas, personales y sociales, a través del fomento de habilidades para la vida como la colaboración, la atención plena, la creatividad y la mentalidad de crecimiento, entre otras.
Gracias a estas características, y en colaboración con el Servicio Local de Educación Pública de Llanquihue, hemos logrado integrarnos en la educación formal a través del proyecto «Un circo en tu escuela», que busca abrir espacios para el desarrollo de la conciencia corporal mediante las artes circenses, promoviendo la sana convivencia y la colaboración.
El circo es una disciplina integral que fusiona lo artístico, lo físico y lo emocional, potenciando la creatividad y promoviendo la salud, lo cual impacta positivamente en la vida de niñas, niños y jóvenes al asegurar experiencias de logro, mejorar su motivación personal y bienestar general. Su inclusividad es una de sus mayores fortalezas, como se demuestra en Circo Frutillar, donde no existen barreras de participación, permitiendo que personas con diversas características y capacidades físicas y sensoriales se desarrollen plenamente.
A futuro, el propósito es seguir contribuyendo a la formación integral de niñas, niños y jóvenes, celebrando la vida, la creatividad y el enorme potencial del ser humano a través de la magia del circo.